LA APORTACIÓN DE MANDRILADORA ALPESA A LA ECONOMÍA CIRCULAR

El pasado mes de septiembre, 55 entidades del ámbito privado y público, entre ellas el Instituto para la Producción Sostenible (IPS), firmaron un Pacto por la Economía Circular en el que se comprometieron a avanzar en el camino de este tipo de economía impulsando un decálogo de medidas que potencien esta economía.

Así, entre estas medidas se encuentra la reducción en el uso de recursos naturales no renovables, el fortalecimiento del reciclado, la implantación de sistemas de gestión ambiental o la promoción del consumo sostenible y responsable.

En esta mesa, IPS abogó por que los sectores clave de transición hacia una economía circular son los que emplean recursos renovables, reciclables y biodegradables. Y puso en valor el certificado IPS de Sostenibilidad como ejemplo del esfuerzo empresarial para conseguir este objetivo.

En este sentido, la materia prima de Mandriladora Alpesa para la realización de sus mandriles, tubos y anillas, cantoneras y perfiles, y boxes y palets es el cartón reciclado. Además, todo el cartón que no se utiliza para la fabricación de estos productos se recicla de forma interna mediante una planta de tratamiento de residuos y se le da un nuevo uso.

Mandriladora Alpesa cuenta también con el sello de excelencia IPS que acredita que tanto el proceso productivo como el producto resultante son sostenibles. Y legitima que la actuación de Mandriladora Alpesa está basada en los principios de sostenibilidad en los planos económico, social y medioambietal, así como su compromiso con el desarrollo sostenible a largo plazo.

Así mismo, pertenece al Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunitat Valenciana, que ya cuenta con 19 miembros para fomentar la implantación de planes de negocios sostenibles en la región.

La economía sostenible es un modelo económico basado en que los recursos que se empleen lo hagan de una manera sostenible y eficiente. En realidad es un patrón no novedoso al que ahora se le ha puesto nombre.

Ya en el siglo pasado existía la eficiencia en el uso de recursos en la economía doméstica. Todo se aprovechaba, incluso muebles, libros o ropa que pasaba de generación en generación. También el fomento del reciclaje con el uso de traperos.

Los actuales problemas medioambientales como el cambio climático, la escasez de recursos y el aumento de la población hacen que el actual sistema de producción y economía lineal insostenible, no de más de si.

Pese a que el concepto ya existía desde hace tiempo, es ahora cuando se le ha puesto nombre y cuando sociedad, gobiernos y compañías están tomando conciencia en este terreno. De hecho, los valores de preocupación por el uso racional de los recursos naturales, el consumo responsable y la incorporación de la sostenibilidad en la empresa, son los que impulsan a entidades como IPS.

Y es que, las empresas que apuestan por la economía circular venden más y mejor. Las empresas más innovadoras se han dado cuenta que la economía circular no solo consiste en el suministro de recursos y la eficiencia de uso, también en la adopción de nuevos modelos de negocio para transformar la demanda en recursos.

En este sentido, las compañías con mayor proyección de futuro serán aquellas que empleen recursos renovables, reciclables o biodegradables, empresas que reutilizan materiales, las que transforman los residuos en valor mediante servicios de reciclaje y valorización, aquellas que prolongan la vida útil del producto y los negocios que conciben los productos como servicios.

 

 

 

 

 

 

Recommended Posts