Mascarillas solidarias en Tavernes de la Valldigna

Alpesa, como otras empresas y ciudadanos particulares, está colaborando con la aportación y suministro de material, entre el que se encuentra precinto, cajas de cartón, rollos de plástico y un rollo de tejido no tejido (donado por uno de sus clientes) para que un equipo local de más de 30 personas de Tavernes de la Valldigna (Valencia) confeccione mascarillas.

Estas están siendo distribuidas entre la policía local, Guardia Civil, Brigada del Ayuntamiento, residencias de mayores, colectivos con necesidades especiales y empresas de la localidad para que se protejan ante el virus COVID-19.

La idea surgió por parte de Ana García, administrativa de una empresa textil de la localidad que fabricó, con ayuda de Ana Castelló, la primera mascarilla. Ana Castelló buscó la forma de entrelazar en las mascarillas un plástico protector. Y también realizó algunas otras para la Farmacia Ortopedia Alfredo Castelló de la localidad. La acción fue compartida en redes sociales.

Carátula solidaria

 

Y a partir de ese momento, la iniciativa se viralizó y la Policía Local se puso en contacto con ellas para ver si podían proporcionarles estos equipos de protección. También comenzaron a hacer un llamamiento para que colaboraran personas y compañías, y la respuesta fue exponencial.

“Comenzamos un grupo de 3 personas y en este momento ya somos más de 30 personas entre costureras, y personas que cortan la tela. En total ya llevamos realizadas más de 900 mascarillas a fecha de hoy”, explica la coordinadora e iniciadora de todo este proyecto, Ana García.

Entretenimiento durante el confinamiento

Muchas de ellas se adentraron en este proyecto al verlo en redes sociales y con la intención de ayudar a otras personas pero ahora “creo que el hecho de realizarlas me está ayudando también a mi a llevar el confinamiento y a estar entretenida todos los días”, comenta Nieves Gascó, costurera de 70 años.

El proceso está coordinado por Ana García. El material, proporcionado por la mayoría de empresas y comercios de la localidad, llega a su casa a través de la Brigada o bien acude ella a recogerlo a la Farmacia Ortopedia Alfredo Castelló.

En su casa lo ordena, y gracias a la autorización que los Servicios Sociales del Ayuntamiento le han proporcionado, y siempre con las medidas de distanciamiento necesarias, puede distribuir las telas a las personas que cortan los patrones e irlas dejando en las puertas de sus casas.

“Hay gente que no sabe coser pero también quería ayudar y por eso, estas personas son las que cortan las telas, de acuerdo a los patrones. Una vez se cortan, junto al plástico que hace las veces de filtro en el interior de la tela y la goma, entrego todo este material a las costureras y una vez lo tienen voy a recogerlo”, explica Ana García.

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Una vez confeccionadas, Ana Castelló las desinfecta en la Farmacia y los colectivos que las necesitan acuden allí a por ellas.

Prioridad a quien más lo necesita

“Las mascarillas no están homologadas y no pueden ser utilizadas con una función similar a las sanitarias, podrían ponerse encima de las sanitarias para una doble protección, pero pueden servir a muchas personas que aun no estando en primera línea sanitaria las pueden utilizar para protegerse porque se pueden lavar a elevada temperatura o higienizar mediante una solución de venta en farmacias”, destaca Ana García.

En este caso, las listas del grupo de whatsapp que ha creado Ana hace las veces de altavoz y a través de él se van coordinando y difundiendo vídeos de cómo se hacen las mascarillas.

“La mayoría de personas que están colaborando son personas que ya están jubiladas aunque también hay dos o tres personas jóvenes. Yo siempre les digo que cada una a su ritmo, porque todas las personas no tienen la misma situación”, recalca Ana García. De momento, cuentan con todo tipo de material pero hace una petición “la goma y la tela para rematar el bis siempre es lo que más falta nos hace”.

“No sabemos cuánto durará el confinamiento pero con iniciativas como esta te sientes útil para la sociedad en estos momentos tan duros”, concluye Nieves Gascó.

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